La Comisión Europea presentó un informe sobre cómo la región debe responder a la nueva etapa de la revolución de la información y liderar la expansión de la nueva generación del uso de Internet, que mejorará la gestión de datos y supondrá un importante apoyo para las empresas.
Esta nueva forma de utilizar internet incluye tendencias como las redes sociales, los servicios empresariales en línea, los sistemas GPS y la televisión móvil, o el aumento de las etiquetas inteligentes, que permiten manejar la información de forma más fácil.
Según el documento, Europa está "bien situada" para beneficiarse de esta revolución, porque sus políticas pretenden impulsar las redes de telecomunicaciones que favorecen la competencia, y que además protegen la vida privada y la seguridad de los ciudadanos.
Para la comisaria europea de Sociedad de la Información, Viviane Reding, la Web 3.0 es sinónimo de actividades comerciales, sociales y recreativas, que se pueden llevar a cabo "en cualquier lugar y en cualquier momento", sobre la base de redes "rápidas, fiables y seguras".
El 70% ya tiene banda ancha
Como complemento al informe, la Comisión ha iniciado una consulta pública sobre políticas e iniciativas privadas para explotar las posibilidades de la Web 3.0. Por otra parte, ha publicado un nuevo índice de prestaciones de banda ancha, que tiene en cuenta factores como la velocidad, el precio, la competencia o la cobertura, y que muestra que Suecia y Holanda están a la cabeza de Europa.
La mitad de los internautas europeos tenía a finales de 2007 un acceso de banda ancha de más de dos megabytes por segundo, una velocidad dos veces superior a la del año precedente y que permite, por ejemplo, ver la televisión a través de internet.
Asimismo, las conexiones de alta velocidad abarcan ya el 70% de la población rural de los Veintisiete, una cifra que tiende a aproximarse a la de la cobertura total, que se sitúa en el 93 por ciento.
En ese contexto, la Comisión señala que el llamado "internet de los objetos" se convertirá en el medio de interacción de máquinas, vehículos, aparatos, sensores y muchos otros dispositivos, y calcula que más de mil millones de teléfonos estarán equipados con esta tecnología para 2015.
Gracias a él, los billetes electrónicos de transporte son ya una realidad, mientras que los dispositivos móviles podrán intercambiar datos para realizar pagos o para obtener información.
Por último, considera que la UE debe mantener la red abierta a la competencia, evitar restricciones injustas en las posibilidades de elección de los consumidores, proteger su confianza y financiar la investigación sobre internet en los próximos años.
Fuente: infobae.com