El nombre no hace al sitio, el sitio hace al nombre.
Google por ejemplo es un nombre que en español se prestaría a mucha confusión, si tuvieras que elegirlo seguramente no lo habrías hecho y sin embargo ha tenido éxito, ¿por el nombre? no, por lo que supuso la eficiencia de su herramienta principal, indexacion y búsqueda de contenido. Obviamente no es lo mismo llamar a un dominio "Hewlett-Packard.com" que "hp.com" (pagarían millones por el, supongo xD) hay algunas reglas que no deben saltarse... pero mira la creatividad también es importante... delicious.com estaba cogido y sus creadores optaron por registrar del.icio.us y hoy en día mira lo que ha llegado a ser... también ten en cuenta que la mayoría de esos nombres tan difíciles de pronunciar no lo parecen porque hay mucho marketing y publicidad para respaldar dichas "marcas" y nadie piensa que por ejemplo: microsoft.com sea un nombre difícil... pero intenta decirle ese dominio a un hispanohablante hace 20 años cuando esa compañía ni siquiera existía y por lo tanto no se habría hablado tanto de ella que es lo que ha hecho que casi todo el mundo la conozca.. tendrías que deletrearlo seguro.
Una pequeña anécdota: Hace 5 o 6 años estaba buscando información para comprarme una nueva tarjeta gráfica, estaba bastante interesado en la ATI Radeon 8500 (que por cierto me costó 52.000pts en aquella época... que despilfarro eso de comprar lo último del mercado, se me quedo obsoleta en 1 año, aprendí la valiosa lección de no comprar nunca lo último en hardware :D) total, que navegando encontré una página web en inglés que hacía unos análisis claramente muy superiores a los del resto, no me sonaba de nada, pero la guardé en mis favoritos por la extrema calidad de las reviews (análisis)... aun hoy en día es la web que miro cuando voy a comprar algo de hardware.... o cuando quiero ponerme al día y si miramos el dominio no es precisamente fácil de recordar para un hispanohablante
www.tomshardware.com y añadir que sigue siendo una de las mejores webs de este sector.
Resumiendo: Preocúpate por el nombre, si, pero solo una décima parte de lo que debes hacerlo por la calidad del servicio, o lo que sea, que vas a ofrecer.