El concepto de revista permite jugar con la presentación en general, pero la tipografía es otro tema. Aventurarse a salirse del limitado juego tipográfico del cuerpo de texto casi siempre termina en un desacierto debido a que la letra debe cumplir requisitos de legibilidad, así como una construcción profesional que ofrezca fiabilidad a la hora del cálculo/prediseño y -posteriormente- maquetación. Sólo por ese lado se descarta el 98% de la tipografía disponible.
La letra serif es por lejos la más conveniente para dicho fin. Recomiendo no salirse de las tradicionales. Garamond (de Adobe por favor, no la que trae microsoft) y Goudy son de las más preferidas. La tipografía sans serif (palo seco) no es muy conveniente para dicho fin, pero ciertamente cumplirá un buen papel como títulos, intertítulos (o subtítulos), sumarios, bloques de cita y hasta breves trozos de cuerpo de texto metido en recuadros o columnas. Con estos últimos viene bien una personalización más libre, pero el cuerpo de texto general es algo para cuidar.
Cita:
Iniciado por percepto Muchas revistas ahora usan la meta normal.. y queda linda.. otras, la Gill Sans...
Hace poco me tropecé con una excelente revista cuyo texto estaba definido por la infame "Eras". Sólo ese detalle destruyó lo que podría haber sido un impecable trabajo de producción gráfica. A veces nuestros gustos personales tienden a predominar el escenario, empañando lo que en realidad debería estar en primer lugar: el lector. Una percepción correctamente orientada hacia éste no tiene precio, ya que la maquetación no es un simple complemento sino parte integral del contenido.
En cuanto al diseño, puede jugarse con muchas cosas: juegos de títulos, columnaje, imágenes, formatos, colores, etc, etc. Pero algunas cosas -como el cuerpo de texto- no toleran vuelcos radicales. En dicho sentido conviene ser algo discreto y situarse en los zapatos de quienes leerán a publicación.
Saludos.