Algunos sotienen que estamos en "transición" de la mal llamada "web 2.0" a la también mal llamada "web 3.0" supuestamente participativa y humana, pero hay un nuevo caos -ahora provocado por la tecnología que supuestamente debería ayudarnos- que quizás nos esté poniendo de regreso a la "web 1.0".
Hace pocos días recibí un pingback en mi blog de esta web: core.catchkin.net. En el momento no fui al enlace porque estaba ocupado, pero posteriormente lo visité y me di cuenta que se trata de un podrido robot que atrapa todo el RSS que puede y lo convierte en artículos con enlace, el cual por supuesto genera un pingback que -considerando lo masivo- lo beneficia.
Según lo que veo en su archivo, genera de 2000 a 5000 entradas automáticas por mes. Lo curioso es que Google le ha estado concediendo indexación y pagerank, además de que el Askimet (utilidad antispam de Wordpress y por lo general altamente efectivo) también lo pasa como "sitio bueno".
A ver si el surgimiento de estos scripts sofisticados obligan de una vez por todas a los buscadores a optimizar su ya anacrónico algoritmo. De igual forma la indexación de páginas ocurre de forma muy caótica actualmente. Por ejemplo con el asunto de los blogs veo que los buscadores no saben diferenciar lo que es un enlace que llega vía RSS, un enlace a un comentario y un enlace al artículo en sí. Para éstos un enlace es un enlace, a pesar de que sí existen recursos para diferenciarlos.
Cuando utilizo el motor de búsquedas se devuelve todo mezclado como una sopa y a veces resulta muy difícil dar con los artículos buenos, ya que primero es necesario apartar toda la basura y comenzar a mirar con lupa dentro de los mismos resultados.
Hubo un tiempo en que Google había estado devolviendo resultados con cierto nivel de calidad, pero noto que está decayendo de nuevo. Ahora para colmo los robots de los buscadores buscan lo que hacen otros robots (los del script que mencioné) y entre robots se pagan y se dan el cambio. Y el humano a la mierda.
Dentro de poco ya ni vamos a tener potestad de elegir entre los resultados porque habrá un robot parado en nuestro hombro susurrándonos en la oreja qué debemos leer y qué no.