Hola gente...
HE aquí un articulito intersante sobre lo que para mi es un problema moral bastante serio, aunque para quienes están involucrados, es más que moral, en ocasiones es cuestión de comer o no.
Como saben existen programas «freeware» que son los que solemos llamar «gratuitos». Bueno, empecemos diciendo que estos programas no son realmente «gratuitos», son de código abierto y de libre distribución y modificación, es decir, podemoshacer lo que queramos con ellos; ciertamente no «tenemos» que pagarlos para obtenerlos o usarlos, de ahí la desviación de libre a gratuito.
Sin embargo, hay que agregar que la gente que produce estos programas agradece que les demos algunos dólares en retribución por su trabajo y esfuerzo, a fin de cuentas, se lo han ganado ¿no creen?.
SIn embargo, ¿cuántos somos los que les pagamos algo?: muchos dirán argumentos como no tengo mucho dinero, soy solo un estudiante, apenas si puedo llegar a fin de mes. Bueno, esas y otras, son excusas perfectamente razonables, pero no más que el hecho de que deberiamos colaborar de alguna manera con la gente que crea los programas para nosotros. Creo que es lo más justo.
Pero bueno, sigamos con el tema.
En los 80 y los 90, cuando no casi había repositorios de programas gratuitos y no había tanta gente creándo aplicaciones libres de costo o de código abierto, existían programas de tipo «shareware», es decir, descárgalos, pruébalos y si te gustan, págalos.
Al principio, no hacía falta pagarlos, luego se pasó a la modalidad de registrarse y como no funcionaba mucho debido al avance de la ingeniería inversa y los cracks, pasaron a métodos más drásticos como el permitir hacer todo lo que quiséramos con el programa pero no grabar nuestro trabajo, o limitar el período de prueba a determinados días.
Bueno, ciertas empresas sobrevivieron bien a ese período y de hecho se convirtieron en grandes empresas, por ejemplo macromedia (seguramente la que sacó la mejor tajada, bien merecida hasta cierto punto), Jasc software con su paint shop pro, winzip y winrar, y algunos otros. Pero la mayoría siguen siendo pequeñas empresas de un par de amigos o con suerte un poco más. Esto se suele deber a que no estamos dispuestos a pagar por lo que obtenemos, sin importarnos lo que eso signifique o implique.
Pero la cosa sigue.
Recientemente, se ha producido un nuevo efecto, especialmente en paises con dinero como los de europa y norte américa, en los que hay tecnologías de banda ancha es común. Este efecto, es la imposición de los programas de código abierto sobre los shareware. Hay que decir que a esto ayuda el hecho de que hay miles depersonas creando programas sin mayores anímos de lucro, solo un pequeño deseo de reconocimiento y una gran voluntad de ayuda. También es muy influyente el hecho de que existan varios repositorios de softwared eeste tipo en los que podemos buscar varios programas para cada necesidad que tengamos.
Pero lo que podemos ver aquí, es que nuevamente una persona que produzca un programa y lo quiera distribuir por internet a fin de ahorrarse los costos de empaquetarlo, tiene a todo el mundo en contra; a las grandes empresas porque ya son las poseedoras del mercado y a los usuarios porque no querremos pagar lo que vale su trabajo.
Así que ¿seguirá existiendo el «shareware»?
Bueno, espero no haberme extendido demasiado, para quienes quieran invertir unos minutos más, este fué el aqrtículo que me llevó a escribir esto
Felicidad