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Fuente http://www.cubadebate.cu/noticias/20...ezuela-y-cuba/ Una buena noticia leemos en la última página de la edición de Granma del miércoles, 12 de enero, bajo el titular “Partió hacia Venezuela buque con el cable de fibra óptica ALBA-1″.
Es una noticia que alegra en especial a Cuba y a otros países del Caribe y de Centroamérica que podrían, a partir de mediados de este mismo año, 2011, tener los beneficios de la utilización de ese cable en el sector de las telecomunicaciones, algo imprescindible en el mundo de hoy para un despegue económico y social, y hacer realidad muchos de los sueños de los que han luchado y luchan por un mundo mejor y de justicia social.
Se trata de uno de los grandes proyectos en marcha de la Alianza para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que hará historia en el campo de las telecomunicaciones.
La importancia del tendido de ese cable, a lo largo de 1 602 kilómetros entre el puerto de La Guaira, en el estado de Vargas, Venezuela, y la playa Siboney, en la provincia de Santiago de Cuba, va a revolucionar las telecomunicaciones y va a favorecer la independencia y la seguridad del sector informático latinoamericano.
Ya zarpó del puerto de Calais, en Francia, el barco Ile de Batz, de la empresa Alcatel-Lucent, especializada en el tendido de cables ópticos en mares y océanos, que lleva en sus bodegas todo el cable que se depositará en el fondo submarino de las aguas del Mar Caribe. Este barco tiene capacidad para colocar diariamente decenas de kilómetros de fibra óptica.
arado submarino
Hoy en día, se ha avanzado mucho en el tendido de esos cables en los fondos submarinos, con el uso de las tecnologías de computación, y equipos que operan con precisión milimétrica. El cable óptico de mayor extensión existente es el tendido entre Alemania y Corea del Sur, unos 39 000 kilómetros, el cual conecta a 32 países y toca tierra en 39. Más reciente, se ha tendido un cable entre Japón y Los Angeles, Estados Unidos, que tiene un largo de 10 000 kilómetros.
Para Cuba, a la cual el gobierno de los Estados Unidos le ha impedido tener acceso a Internet a través de los cables de fibra óptica que la circundan, uno de los cuales enlaza a Cancún con Miami y que pasa a solo 32 kilómetros de La Habana, el cable desde La Guaira a Playa Siboney le posibilitará multiplicar en tres mil veces la velocidad en la transmisión de datos, imágenes y voz de que dispone hoy. Dos pares de fibras ópticas con el grosor de un cabello, situados en el interior del cable submarino, harán posible tal salto.
Cuba tiene hoy una única conexión por satélite a Internet. Con el cable del programa de ALBA tendrá 160 Gigabits por segundo, lo que traerá, sin duda alguna, una mejora sensible en su sistema de telecomunicaciones. Cuando ese programa esté en operaciones, que se estima será a partir de julio próximo, Cuba podrá hacer diez millones de transmisiones telefónicas simultáneamente. Y el cable óptico es, desde un punto de vista económico, mucho menos costoso que el satélite. Y no se trata de eliminar el uso de este último, sino de abaratar los costos en el empleo de Internet.
Se desplomará, en fin, el muro tendido por Estados Unidos desde 1992, permitiendo solo el acceso de Cuba a Internet a través del satélite, lo que ha hecho que su capacidad real de conexión sea sumamente limitada, muy lenta y realmente cara. Será un golpe a la tradicional política agresiva contra Cuba.
Mientras el barco Ile de Batz navega hacia las costas venezolanas, en Playa Siboney más de 20 técnicos cubanos hacen los preparativos para la instalación e infraestructura imprescindibles, incluida la construcción de un centro de comunicaciones.
En fin, el tendido de este cable seguirá siendo noticia estelar y de mucho estímulo para Cuba que podrá tener un enlace normal con el resto del mundo y, de igual modo, para la región caribeña y centroamericana para la cual se abren amplias posibilidades de tener una vía más para avanzar en el desarrollo de su independencia.
Es una noticia que alegra en especial a Cuba y a otros países del Caribe y de Centroamérica que podrían, a partir de mediados de este mismo año, 2011, tener los beneficios de la utilización de ese cable en el sector de las telecomunicaciones, algo imprescindible en el mundo de hoy para un despegue económico y social, y hacer realidad muchos de los sueños de los que han luchado y luchan por un mundo mejor y de justicia social.
Se trata de uno de los grandes proyectos en marcha de la Alianza para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que hará historia en el campo de las telecomunicaciones.
La importancia del tendido de ese cable, a lo largo de 1 602 kilómetros entre el puerto de La Guaira, en el estado de Vargas, Venezuela, y la playa Siboney, en la provincia de Santiago de Cuba, va a revolucionar las telecomunicaciones y va a favorecer la independencia y la seguridad del sector informático latinoamericano.
Ya zarpó del puerto de Calais, en Francia, el barco Ile de Batz, de la empresa Alcatel-Lucent, especializada en el tendido de cables ópticos en mares y océanos, que lleva en sus bodegas todo el cable que se depositará en el fondo submarino de las aguas del Mar Caribe. Este barco tiene capacidad para colocar diariamente decenas de kilómetros de fibra óptica.
arado submarino
Hoy en día, se ha avanzado mucho en el tendido de esos cables en los fondos submarinos, con el uso de las tecnologías de computación, y equipos que operan con precisión milimétrica. El cable óptico de mayor extensión existente es el tendido entre Alemania y Corea del Sur, unos 39 000 kilómetros, el cual conecta a 32 países y toca tierra en 39. Más reciente, se ha tendido un cable entre Japón y Los Angeles, Estados Unidos, que tiene un largo de 10 000 kilómetros.
Para Cuba, a la cual el gobierno de los Estados Unidos le ha impedido tener acceso a Internet a través de los cables de fibra óptica que la circundan, uno de los cuales enlaza a Cancún con Miami y que pasa a solo 32 kilómetros de La Habana, el cable desde La Guaira a Playa Siboney le posibilitará multiplicar en tres mil veces la velocidad en la transmisión de datos, imágenes y voz de que dispone hoy. Dos pares de fibras ópticas con el grosor de un cabello, situados en el interior del cable submarino, harán posible tal salto.
Cuba tiene hoy una única conexión por satélite a Internet. Con el cable del programa de ALBA tendrá 160 Gigabits por segundo, lo que traerá, sin duda alguna, una mejora sensible en su sistema de telecomunicaciones. Cuando ese programa esté en operaciones, que se estima será a partir de julio próximo, Cuba podrá hacer diez millones de transmisiones telefónicas simultáneamente. Y el cable óptico es, desde un punto de vista económico, mucho menos costoso que el satélite. Y no se trata de eliminar el uso de este último, sino de abaratar los costos en el empleo de Internet.
Se desplomará, en fin, el muro tendido por Estados Unidos desde 1992, permitiendo solo el acceso de Cuba a Internet a través del satélite, lo que ha hecho que su capacidad real de conexión sea sumamente limitada, muy lenta y realmente cara. Será un golpe a la tradicional política agresiva contra Cuba.
Mientras el barco Ile de Batz navega hacia las costas venezolanas, en Playa Siboney más de 20 técnicos cubanos hacen los preparativos para la instalación e infraestructura imprescindibles, incluida la construcción de un centro de comunicaciones.
En fin, el tendido de este cable seguirá siendo noticia estelar y de mucho estímulo para Cuba que podrá tener un enlace normal con el resto del mundo y, de igual modo, para la región caribeña y centroamericana para la cual se abren amplias posibilidades de tener una vía más para avanzar en el desarrollo de su independencia.