Es un software completamente inútil si le dejamos todo el trabajo. Algunos se decepcionan rápidamente de Ps porque esperan que éste haga realidad sus ideas con un solo click, o bien esperan magia en los diferentes filtros.
Pero si en cada tarea tratamos de encontrar la manera de adquirir más control sobre el trabajo (aunque eso implique menos automatización -y rapidez- del proceso) en vez de estar sujetos a las capacidades de la aplicación, descubriremos un mundo distinto, un cúmulo de posibilidades que hasta el momento estaban veladas para nosotros.
Hagamos la prueba y experimentemos con aquellas herramientas que nunca hemos usado antes. Exploremos por ejemplo la herramienta Dedo, Esponja, Sobre y Sub Exponer Color, Desenfocar (No el filtro sino la herramienta). Vayamos a los canales y modifiquémoslos individualmente. Hagamos un collage de fotos, las fundimos, les aplicamos modos de fusión. Rendericemos texto y juguemos con éste, siempre con la vista fija en la misión de comunicar, de expresarnos.
Así podremos descubrir más poesía en cada hora que pasamos con la mejor aplicación del mundo.
Photoshop es como una esposa, cada vez que pasas más tiempo con ella sientes que te falta más por aprender, por develar, y es éste el motivo que te mantiene como un (a) etern@ enamorad@ de ella... Sí, es como las buenas mujeres; a primera vista parece simple y te es difícil pero muy difícil conquistarla, pero una vez que la descubres no hay nada en el mundo con la fuerza suficiente para alejarte de ella.
De ahora en adelante quítale a tus creaciones el nombre de "trabajos" y comienza a llamarle "obras". Tus obras. Y que nadie te diga lo contrario. Esfuérzate por aprender de este gran software y después veremos quién puede contigo.
No estoy diciendo que el triunfo está garantizado con el dominio de este instrumento, pero ganaremos un trecho si desde ahora comenzamos a despojar los velos a todo lo que aún ignoramos de Photoshop, con paciencia, práctica y mucha creatividad.
¿Photoshop no sirve para nada? Depende de ti.
Saludos.