GIF (graphics interchange format): está diseñado específicamente para comprimir imágenes y gráficos creados por ordenador. Los archivos GIF mantienen bordes nítidos. Un archivo comprimido de este modo no experimenta pérdida en la calidad de imagen y puede estar formado por hasta 256 colores (si bien, cuantos menos colores, mayor compresión).
Ventajas: Ideal para páginas Web con gráficos pequeños.
Inconvenientes: no es recomendable para colocar fotografías de alta calidad en la Web o para archivar originales.
jpg o jpeg (joint photographic experts group): es uno de los dos formatos de imagen más comunes (el otro es .GIF). La compresión JPEG sufre pérdida, lo que significa que, aunque se pierde cierto detalle, ofrece relaciones de compresión excelentes. Al igual que el formato TIF, JPEG admite 16 millones de colores, pero cada vez que se modifica y guarda un archivo JPEG, se pierde algo más de detalle.
Ventajas: Ideal para grandes imágenes fotográficas, sobre todo en la Web.
Inconvenientes: La calidad disminuye cada vez que se guarda el archivo, por lo que no conviene emplearlo para archivar originales.
Para fotografías te recomiendo JPG.