El avilesino Paco Menéndez es considerado como el autor del mejor programa de la historia en España
FERNANDO DEL BUSTO AVILÉS.
Entre 1983 y 1992, España se convirtió gracias al talento de un grupo de jóvenes, muchos de ellos autodidactas, en el segundo productor mundial de programas informáticos de entretenimiento, sólo superado por el Reino Unido que, junto con Estados y Japón, representaban los tres mayores mercados. Desde entonces, esa época es conocida como «la 'Edad de Oro' del software español». Y de todos los nombres que aportaron su talento en el desarrollo para juegos de 8 bits, destaca uno sobremanera: Francisco Menéndez González, nacido en Avilés en el año 1965 y al que todo el mundo llama Paco Menéndez.
Pero, sobre todo, es reconocido por ser el autor, junto con su amigo Juan Delcán, de 'La abadía del crimen', un juego que recibe el adjetivo de «inmortal» y que hoy, 23 años después de su programación, sigue manteniendo una legión de admiradores y de jugadores. De hecho, aún cuenta con una página web propia gestionada por Antonio Giner González. Y el pasado mes de marzo, Manuel Pazos presentó su versión en lenguaje java después de varios años de trabajo, traduciendo el programa creado por Paco Menéndez a la nueva tecnología. Es decir, sería como si un libro con la traducción de la Piedra Rosetta se convirtiese hoy en día en un 'best-seller'.
Paco Menéndez nació en Avilés de pura casualidad, según explica su hermana, Malena Menéndez. La actividad profesional de su padre, César Menéndez Roces, provocó un gran número de mudanzas y traslados de su familia que se traducen en la variada geografía donde nacieron sus hijos.
Con todo, su esposa, Magdalena González Fernández, era natural de El Entrego. El propio César Menéndez era de raíces asturianas. «Paco siempre estuvo muy orgulloso de haber nacido en Asturias. Lo decía siempre», recuerda su hermana. A pesar de haber vivido sólo unos meses en Avilés, en su biografía, el nombre de su ciudad natal aparece siempre citado como recuerdo de una tierra que siempre sintió de una forma especial hasta su trágica muerte en Sevilla.
«En ocasiones volvía a Asturias, pero con nuestra familia en El Entrego. Siempre disfrutó mucho en Asturias», rememora su hermana.
La importancia de su obra
En la historia de los videojuegos en España, Paco Menéndez aparece como una referencia obligada en tres momentos claves, lo que le convierte en un auténtico adelantado de lo que hoy es una de las industrias más importantes en el sector del ocio.
Tres juegos explican la huella y el cariño que aún hoy se le rinde a Paco Menéndez: 'Fred', 'Sir Fred' y 'La abadía del crimen'.
'Fred' fue su primer programa que desarrolló en un equipo donde se integran también Carlos Granados, Fernando Rada y Camilo Cela. Llamó la atención de todo el mundo por la facilidad para jugar y cómo cautiva a los jugadores. Era un juego de plataformas, con un personaje que avanza en horizontal superando diferentes fases, pero ya demostraba a todo el mundo su talento con apenas 17 años.
En teoría, su continuación era 'Sir Fred', pero iba más allá. Introducía elementos que nunca se habían planteado en España y que representaron la consagración de Paco Menéndez. Pero su obra maestra aún no había llegado.
Como otros tantos, la lectura de 'El nombre de la rosa' cautivó a Paco Menéndez hasta el punto de lanzarse a crear un juego inspirado en él. Así comenzaba a gestarse 'La abadía del crimen', obra que le valía premios como el mejor programador del año en 1988 y el reconocimiento de todo el sector. Francisco Menéndez asumió la tarea de programación en solitario. En el apartado gráfico, contó con el apoyo de Juan Delcán, uno de sus mejores amigos. Hoy en día, Delcán es un publicista de éxito en Estados Unidos, autor de vídeos para U2 pero que, para cientos de personas, sigue siendo el autor de los gráficos de 'La abadía del crimen'.
El éxito del juego fue inmediato e imparable. Introducía elementos desconocidos hasta la fecha, como la autonomía de los personajes. Paco Menéndez no logró que Umberto Eco autorizase la utilización del título de la novela. El escritor se encontraba decepcionado por la película estrenada en 1986 y desconociendo lo que era un videojuego, declinaba la invitación.
Con todo, Menéndez homenajeó al escritor utilizando el nombre que Eco había desechado para titular su famosa novela.
Después del éxito del videojuego, Paco Menéndez se apartó del mundo de la programación. En diferentes entrevistas reconoció que se encontraba cansado de un negocio donde «primaba el marketing», sobre otros elementos.
Y es que, en cierta manera, era un romántico, que prefería «el reconocimiento de la gente a ganar dinero».
Ingeniero de Telecomunicaciones, dedicó los últimos años de su vida al proyecto de una «memoria matricial inteligente», que buscaba el proceso de datos en paralelo. «Estaba muy ilusionado con el proyecto. Los profesores de la Universidad le habían animado mucho y consideraban que era una idea muy buena», comenta Malena Fernández.
Su repentina muerte en Sevilla, en el año 1999, fue un mazazo para todo el mundo. En diferentes foros de internet han circulado versiones que atribuyen su suicidio a la presión empresarial para sacar el proyecto de memoria matricial o por el agobio provocado por los créditos. «Todo eso es falso. Fue una sorpresa para todo el mundo, nada hacía pensar lo que iba a pasar», explica Malena Menéndez.
Juan Delcán, su mejor amigo y casi un segundo padre para él, también ha reconocido en diferentes entrevistas su sorpresa por el trágico final. Para él, «Paco es lo más cerca que he estado de un genio».