Cómo dice
serfalco, todos tienen derecho a vivir. Pero fíjate que digo
todos.
Si yo monto una pequeña empresa de hosting, en mi casa, con un plan reseller, me doy de alta en autónomos, etc. pago mi Seguridad Social y el IVA y mis precios contemplan esos gastos.
¿Acaso no estoy tratando de salir adelante con mi esfuerzo?
Ahora bien.... Llega mi vecino y monta, también en su casa y en condiciones muy similares a las mías, una empresa de hosting. Ofrece lo mismo que yo, sin embargo el no está dado de alta en autónomos.
Obviamente puede bajar sus precios ya que no cobra IVA ni tiene que pagar SS, gestor, etc.
¿te parece justo eso? ... a mí no.
Yo no me atrevo a clasificar a una empresa por sus recursos, sino por la gente que trabaja en ella.
Hay empresas con grandes edificios corporativos, sucursales en todo el mundo, miles de empleados, etc. y en el fondo son una mierda. En cambio hay empresas con dos empleados y una oficina o instalaciones modestas y funcionan de maravilla. Claro.... no facturan 100 millones de euros, pero tampoco los necesitan.
Este debate creo que debe centrarse no tanto en el tamaño de empresas o si ofrecen más o menos, sino que deberíamos centrarnos en la "Igualdad" de condiciones para todos y para ello debemos empezar por ser empresas "legales", aunque nuestras oficinas corporativas sean una pequeña habitación.
También quiero comentar que gran parte de este problema (y si ofendo a alguien que me perdone) es como han comentado antes, la gran cantidad de jóvenes de 15 años jugando a ser empresarios. Cuando tienes 15 años, hay que salir con amigos, divertirse y estudiar..... y no montar una "empresa" de hosting.
Por último, y lo más importante, decir que esto que he mencionado lo refiero a países que tras muchos años de esfuerzo, han logrado una cierta "estabilidad" o posición.
Lamentablemente hay países dónde los jóvenes de 15 años no tienen más remedio que trabajar y que para una empresa de hosting, no es una prioridad ser legal. Llegados a este punto, debemos cerrar la boca y no criticar la legalidad o ilegalidad de una empresa, porque no tenemos derecho a ello.
En este caso, el cliente final es el que decide si contrata en su país o en otro y deberá apencar con las consecuencias en caso de que le vaya mal.
Menudo rollo he soltado ¿verdad?.