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Antiguo 22/07/2004, 10:59
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-Defero-
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Supón que quieres instalar más de un sistema operativo en un sólo disco duro... pues creas una partición para cada uno de esos sistemas operativos, y así no habrá problemas. Puedes tener tantos sistemas como quieras.

Si quieres instalar Windows y Linux, tendrás que instalar Windows en la primera partición primaria, porque no acepta otra, pero Linux es mucho más flexible, pues lo puedes instalar en cualquier tipo de partición. Así, puedes tener en la primera partición primaria Windows, y luego una partición extendida con cuatro particiones lógicas, y en cada partición una distribución distinta de Linux (Mandrake, Fedora, Debian, Gentoo, Slackware...). Para elegir qué partición ejecutar al inicio, se instala un gestor de arranque, normalmente LILO o GRUB, que te permite optar por uno u otro sistema operativo.

Además, tener varias particiones no es sólo útil cuando quieres tener varios sistemas operativos, también es útil para un sólo operativo. Puedes crear una partición para instalar el sistema, y la otra para los datos. De esta manera, si te cargas el sistema y tienes que formatear y reinstalar, no tendrás que hacer copias de seguridad de todos los datos, pues sólo tendrás que formatear la partición del sistema, no la de los datos, pues son totalmente independientes. Además, la partición de los datos (/home) guardará tus archivos de configuración personal, tales como las preferencias de tu escritorio KDE o Gnome, etcétera.

Además, esto tiene otras ventajas... puedes tener instalado, por ejemplo, Mandrake y Fedora, cada cual en su partición, y que compartan una tercera partición de datos (/home), de manera que en uno y otro sistema compartes tus documentos, preferencias de escritorio, y demás.

Por otro lado, está la partición SWAP o de intercambio, que no es imprescindible, pero sí muy útil, sobre todo en caso de que andes corto de memoria RAM. La ventaja entre tener una partición exclusivamente dedicada a SWAP o crear un archivo SWAP en la misma partición del sistema (esto último lo hace Windows) es que los archivos del sistema y de datos no tendrán que "pelear" con la SWAP por el disco duro, la SWAP tendrá todos los sectores de disco de su partición para ella solita, minimizando el tiempo de acceso al disco. Es más, puedes asignarle a la SWAP los sectores más rápidos del disco (creo que son los centrales) para optimizar su funcionamiento.

En fin, que el asunto de las particiones tiene sus motivos, no es un asunto baladí. Si quieres aprovechas sus ventajas... y si no, pues apuestas por la simplificación. Como prefieras.
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