La mejor opción para probar Linux sin correr ningún riesgo es, sin lugar a dudas, una LiveCD. Supongo que ya sabes de qué va la cosa: metes el CD, reinicias el ordenata, y si tienes configurada la BIOS para iniciar desde el CD, te reconoce y configura el hardware, y tendrás un sistema Linux completo operativo en unos cinco minutos. Si sirve para ver qué tal funciona? Pues sí, sirve bastante. Aunque personalmente, prefiero
Knoppix, que la LiveCD de Slacware no me terminó de gustar.
Al entrar a Knoppix (con Slackware LiveCD también), tendrás un sistema operativo totalmente funcional, con un entorno gráfico (KDE) intuitivo y eficaz, con multitud de programas listos para ser utilizados. Abre el menú, y simplemente elige. Podrás usar OpenOffice, TheGIMP, Xine, XMMS, Mozilla... tienes de todo! Y lo mejor de todo es que no arriesgas en absoluto la integridad de tu sistema, pues Knoppix monta las particiones de tu disco duro (también las de Windows) en modo lectura, con lo cual podrás ver tus archivos, pero no borrarlos ni modificarlos (otras LiveCDs, como por ejemplo MandrakeMove, no toman esta precaución, y montan las particiones de tu disco duro con privilegios de escritura).
Y qué pasa con los archivos que has creado en Knoppix? Estos son almacenados temporalmente en la memoria RAM, así que en cuanto apagues el ordenata, los habrás perdido. Pero no hay ningún problema: puedes guardarlos en un diskette antes de apagar el ordenata, y si dispones de una segunda unidad grabadora de CDs, podrás pasar los archivos a un CD-R cualquiera mediante K3B.
Y si quieres guardar los archivos en el disco duro? Entonces es algo más complicado, pero no imposible. Debes abrir la consola de comandos, adquirir privilegios de root (sudo su), desmontar la partición de disco duro, y volver a montarla con acceso de escritura. Y listo, ya podrás guardar datos en tu disco duro desde Knoppix. Pero ojo, al igual que puedes guardar datos, puedes borrarlos. Tú corres con los riesgos.
Y qué pasa si te gusta Knoppix, y quieres instalarlo? Pues genial, porque Knoppix está basado en Debian, una de las mejores distribuciones de Linux según los que saben de esto, y es posible instalar Knoppix mediante un asistente que te ayudará a crear las particiones, gestor de arranque, cuentas de usuario y demás, y luego volcará todos los contenidos del CD a tu disco duro, con el hardware ya configurado. Ten en cuenta que en el CD de Knoppix los programas se encuentran comprimidos, con lo cual ese CD equivale a un sistema de unos 2 gigas. Casi nada, oyes.