Cita: Mensaje Original por the_anzwer
Respeto tu opinion pero no la comparto...
Bendiciones
ah entonces no la respetas tanto...
la cosa es asi:
en la época donde empieza a conocerse los 8 bits, al menos por estas tierras, todos nos inclinamos por la versión pirata del nintendo, el "Family game" con sus famosos cartuchos múltiples (fines de 1980) al poco tiempo me arrepentiría de eso, pero para ese entonces ya estaba en la duda de si era el mega Drive o el Super Nintendo mi proxima consola (1991) opté por Mega Drive, y cuando al poco tiempo le agregué el Sega CD todos estaban fascinados con ese aparato, hasta que alguien compró el 3DO (por esas épocas jugar algunos juegos de 3DO era todo un acontecimiento... Road Rash, need For Speed, Winning Eleven....
Después me pareció algo insuperable el Saturn, lo compré y al poco tiempo compré a precio de liquidación un Master System, un Nintendo, un super Nintendo, un 3DO, un jaguar, un game Boy, un Game Gear, etc... hasta que compré un Nintendo 64. Lo que pasó de ahí en mas, nadie podía preverlo, los video juegos para consolas dejaron de ser lo que eran hasta entonces, empezó la avalancha de Playstation lanzando al mercado juegos como si fueran cajitas de fósforos, la saturación y el mal gusto, la piratería y el marketing furioso se adueñaron de las mentes de lso video jugadores, y aparecieron nuevos, gente que desconocía las bellas épocas y se cree que la cosa es asi: invertir en una consola y piratear jueguitos... todo el mundo compraba esa consola, al punto de que a uno lo miraran torcido cuando iba a una tienda a comprar un juego de Saturn o Nintendo 64. Cuando salió el Dreamcast dije ¡por fin, se termina esta pesadilla! pero no... el gran monstruo sigue ahi, nadie lo para. El game Cube no es gran cosa, lo compré mas por capricho y por una posición de no querer escuchar razones tal vez, no me importa si tiene menos o infriores juegos, es Nintendo y ya, es lo único que queda de las viejas épocas, el único vestigio de grandeza, la última copa de néctar, la utopía de pertenecer a un club, de participar de algo, y no de ser parte de un rebaño al que le dicen lo que tiene que hacer...