Las falanges con sarissas siempre fueron así. Debido a la longitud de la lanza, debía ser sostenida con ambos brazos, como resultado, los escudos eran pequeños y se llevaban enganchados al brazo o al cuello. Al menos así era la falange de Filipo II que todos conocemos y que tanto se difundió.
Falange
Hoplita con hoplón, estos eran escudos más pesados (unos 8 kg) y costosos. Debieron ser reemplazados por la falange macedónica.
Por supuesto, ponerse a recrear el mecanismo de enganchado es saturar la computadora con detalles superfluos, de la misma forma que no vemos a la caballería manejando las riendas de sus caballos.
Saludos