knock, knock... ¿se puede?
Yo creo que este tema se entenderá más fácil si aclaramos las cosas:
Primero, un poco de historia: Cuando Google apareció, en 1997, lo hizo en un contexto donde los grandes monstruos de la Internet eran Yahoo! (el nombre incluye el signo de admiración, son siglas de "Yet Another Hierarchical Officious Oracle", significa "persona sin modales, primitiva" y se pronuncia
LLÁju, no
llaJÚ, por si acaso) y Altavista. Yahoo! se había propuesto seriamente organizar la Internet a pulso de un directorio web, y los visitantes podían basarse en la relevancia, cantidad de visitas o el orden alfabético de los nombres de los sitios web para ver cuál visitaban. Altavista tenía resultados aceptables, pero no lo suficiente. Aparte de ellos estaban Lycos, SearchALot y algunos otros buscadores.
El problema era que el directorio Yahoo! era (y sigue siendo) un directorio privado, y, por tanto, susceptible a cambios inesperados porque simplemente
por la plata baila el mono. Para evitar eso, en 1995 (si no me falla la memoria) aparece el directorio web que en teoría iba a hacer menos central la participación del directorio Yahoo!: el directorio Mozilla, DMOZ.org
¿Por qué Google gana y se convierte en el buscador estrella? ¿Fue por la calidad de los resultados? No, fue por la simpleza de su diseño. En aquellos días, tanto la portada de Yahoo! como la de Lycos estaban penosamente sobrecargados de secciones, enlaces y la barra del buscador. Google, en cambio, apareció con una simple barrita de búsqueda y dos botones: "search" y "I feel lucky". Bingo.
Acabada la charla de historia, pasemos a la simple lógica que los administradores de un buscador de Internet (leíste bien, no solo hablo de Google) utilizan para ordenar los resultados. Lo que se mencionó de los enlaces antes es correcto, pero no tanto. Los buscadores decidieron no intentar categorizar la web por sí mismos (tarea que sería imposible, y mucho más con la ventaja que Yahoo! ya había obtenido por haber comenzado antes) sino utilizando
las recomendaciones que los sitios web reciben.
Lee eso último de nuevo, por favor. ¿Lo hiciste? ¿Seguro? ¡Hablo en serio, eh? Léelo otra vez.
Bueno, si dices que ya lo leíste, continuemos.
Tercera y última parte de esto (ya para irme a dormir): Qué pasó después. En realidad, es casi un juego. Estudiaron a Google y le sacaron el truco para rankear rápido (meta keywords, por ejemplo). Google y hizo cambios y los bajó (ok, me descubriste, ahora ignoro los meta keywords). Lo estudiaron otra vez (¡ajá!, ¡los H1, H2, H3!). Google cambió otra vez (me volviste a atrapar, ahora los H1, H2, H3 valen menos). Lo volvieron a estudiar (los textos basura rankean, a pesar de no ser comprensibles). Google volvió a cambiar (me volviste a atrapar, ahora los textos basura ya no rankean, y mucho menos si son obviamente generados por computadora)... Y estamos a finales del 2012 y siguen en esa cacería de perro y gato.
No obstante, el principio básico de la manera como ordenan los resultados sigue siendo la misma: las recomendaciones que recibes son las que mandan.
¿Viste cómo en ningún momento he hablado de enlaces? El SEO no se trata de cantidad de enlaces, viejo, tampoco de calidad de contenido (hablo en serio), ni siquiera de contenido duplicado o no duplicado. Se trata simple y llanamente de quiénes te recomiendan en la Internet.
Lo que significa que:
+ No interesa cuántos enlaces sean, siempre que sean recomendaciones
genuinas.
+ No importa si son desproporcionadamente altas en un solo día, siempre que sean genuinas. (Es por eso que una primera portada en Menéame no puede enviarte al sótano sino todo lo contrario.)
+ No importa si es contenido que otro publicó antes, siempre que la recomendación sea genuina y para ti. (Es por eso que los sitios web de los diarios nunca se penalizan, por más que sean todas contenido esencialmente igual)
+ Ni siquiera importa si no son enlaces. Si te recomiendan en el texto de un artículo, aunque no haya link, pesa como recomendación hacia tu web.
Olvídate de los enlaces y preocúpate de conseguir recomendaciones.
Fin.
Bien, les dejo con esto para que se rayen el cerebro un rato. Dulces sueños.
