Ya estamos llorando: "que la empresa que me paga un sueldazo no deja que haga lo que quiera y como quiera sin renunciar a mi sueldo."
Dejando aparte los lloriqueos, creo que lo que dice ya lo sabemos todos, la obsesión de los grandes de internet es acabar con la privacidad... perdón, puntualizamos, comerciar con la privacidad.