Las tiendas virtuales no necesariamente tienen que pagar impuestos,
pero si hay un proceso de facturación depende de la legislación de
cada país.
Para empezar a montar una tienda virtual lo que se necesita es de
un software, unos productos y los clientes.
Los dos primeros son muy fáciles de encontrar, el tercero es el dolor
de cabeza, donde la mayoría quiebra.
Por eso, en todo emprendimiento, en todo
trabajo por Internet, es
buena idea tener claro cómo es que vamos a ganar dinero, dónde
y quienes son los clientes; nada de suposiciones e ideas, datos,
datos concretos.
Si tú necesitas cualquier tipo de apoyo, con mucho gusto, a tus
ordenes.