La cultura Asiatica no deja de sorprenderme, cuán lejos estamos de entender actitudes del oriente.
Aún no existe el gadget por el cuál cambiaría mi riñón, aunque confiezo que de inventarse uno que te teletransporte a la parte del mundo que tu quieras lo haría :p Y ese serìa el momento en el que mis principios se van al tacho. Nunca priorice necesidades superfluas a mi salud fìsica o mental ni siquiera a mi moral!
Aunque debí vender mi virginidad como esta chica, jaja:
Vende su virginidad por internet