Pues yo de tí trataría de convencerle. Yo he intentado las dos maneras y te aseguro que hacerlo tu es un dolor de cabeza. Además de que la mitad de los mensajes que mandas no llegan a su destino cada dos por tres estás en alguna lista negra y el problema es que si no tienes un sistema eficiente de limpieza continua de la base de datos (como lo tienen las empresas profesionales) con cada nuevo newsletter estás otra vez en todas las listas negras. Si encima el dominio que usas es con el que trabajas, te encontrarás que muchos emails de los clientes y a los clientes se perderán por ahí. Por las cuatro perras que cuesta subcontratar el envío de correos (como sabras es muy económico), no vale la pena meterse en tantos líos. A veces la gente siempre ahorra en la cosa equivocada...