He de reconocer que Paolo tuvo el buen instinto maternal de hacerse su avatar mientras contemplaba a su niña, y la profesionalidad de "limpiarse la baba"*
Pero si de avatares hablamos, creo que mi voto iría al amigo Rafael. Especialmente por la diversidad de ellos y por lo bien que refleja sus cambios.
Aunque le falta el de charro bigotudo, pero creo que tendrá que ser con un charango y no con el guitarrón mejicano
Anda, Rafa, pon la colección completa, porfa.
A la espera
* ¿será conocida la expresión "caérsele la baba"?