No hay de qué Dragon. Casi te veo creando excelentes themes para WP. Por ahí dicen que el negocio es rentable aunque no lo he probado. Creas un theme, lo vendes en $30, vienen 200 usuarios y te lo compran, y ahí tienes $6.000 por cada theme. Lo mismo va con Pao, quien si enfoca su talento creativo a Wordpress podría generar resultados muy buenos.
Ale y Juaniquillo, tremenda noticia la de su interés por Wordpress. Realmente el software está experimentando una especie de Boom en Latinoamérica, especielmente entre desarrolladores profesionales, quienes están enfocados en salirse a salirse del cliché del "sólo blog" y utilizar la plataforma en variedad de proyectos.
Es que es así hermano! Si abordamos el tema del PHP con pinzas, protocolo y solemnidad tardaremos unos 20 años en medio hacer funcionar un array simple. Antes yo tenía una pendejada mental con el PHP y me desmoralizaba cada vez que fallaba. Una vez abandoné el miedo al lenguaje comencé a aprender rápidamente muchas cosas.
Actualmente existe infinidad de recursos que nos facilitan el proceso de obtención de resultados, pero al mismo tiempo nos dejan con un gran vacío cognitivo en las manos, ya que -al acostumbrarnos al uso de dichos elementos- nunca llegamos a saber de dónde vienen ésta y la otra función, y cómo es que el resultado se refleja así y no de la otra manera. Esa parte importante de nuestro aprendizaje se amputa por decisión propia y -por supuesto- hace que conservemos eterna dependencia con los scripts.
Por este motivo es que no soy muy apegado a los tutoriales. Los evito cada vez que puedo y sólo recurro a ellos cuando la dendrita ya no me da para más.
Por otra parte, algunos sostienen que es prácticamente imposible que un diseñador/maquetador web domine el diseño y la programación a nivel profesional. Eso es totalmente falso, una teoría altamente castrante para cualquiera que se proponga a aprender nuevas cosas.
Es posible ser diseñador/programador a la vez y dominar ambas áreas profesionalmente, sobre todo para alguien con un espíritu tan curioso, atormentado y metiche como un diseñador.