Un consejo RedHatiano: evita bajar programas que no estén en formato .rpm.
Cuando instalas un programa en .rpm, la información queda en una base de datos que te permite instalar, desinstalar y actualizar sin problema. Pero si instalas, por ejemplo, un programa .tar.gz y después instalas un rpm que depende del programa anterior, vas a tener problemas de "dependencias", es decir, en programa nuevo no será capaz de encontrar al anterior. Además que muchas veces no hay una forma "limpia" de desinstalarlos (no todos los programas traen su "make uninstall").
Sé que hay gente que dice que no hay nada mejor que bajar el código fuente y compilarlo tú mismo, por el rendimiento. Estoy de acuerdo, pero en ese caso es mejor crear tú mismo el rpm. No es tan difícil; hay bastante info en Google
. Y por supuesto, está la opción de los .src.rpm (código fuente empaquetado en un rpm para recompilar e instalar fácilmente); basta con hacer:
rpmbuild --rebuild programa.src.rpm
Y obtienes un bonito .rpm creado y compilado por ti mismo.
Algunos links para encontrar los rpms que necesites:
1.- Tus CDs de RedHat (obvio
)
2.-
http://rpmfind.net
3.-
http://freshrpms.net
4.-
http://www.google.com off corse.
Insisto: esto es un consejo solamente. La decisión es tuya... pero estas palabras te las dice alguien que ha estado muchas horas peleando con programas que instaló "a la mala" por no darse el trabajo de buscar o crear el rpm.
Saludos y disculpen que me haya extendido tanto.