Sí, claro, esa es la situación ideal. Pero si uno no es precisamente un diseñador profesional, el problema es arduo: o se elabora una página que puede dar -en algunos casos- problemas de accesibilidad, o se construye una página tan estática que resulta sosa y aburrida para la mayoría de la gente. El dilema es parecido al de las dietas: quitemos la sal porque perjudica a los hipertensos, las grasas porque producen arterioesclerosis, el azúcar porque afecta a no sé qué... Por supuesto, se puede cocinar y comer con ésas y otras pautas parecidas pero, sinceramente ¿quién prefiere unas acelgas hervidas a un filete, unos langostinos o una tarta?