No me malinterpretéis, estoy convencido de que jugar una partida con un rol más de politiqueo es muy interesante y divertida, únicamente ponía en duda su sentido práctico teniendo en cuenta mi experiencia en juego.
Por ejemplo, en la guía del juego de Dunklord y Mithrandir se afirma que atacando a un aliado de nuestra facción satélite, provocaría que ésta rompa a su vez el protectorado contigo. Eso es cierto, pero también lo es si tú eres el agredido. En realidad el protectorado hará lo posible por romper el trato a la que pueda, ataque quien ataque.
He hecho uso de protectorados en tres partidas diferentes de las muchas que he jugado, y en las tres seguí a rajatabla los consejos de la guía. Acierta en el método a seguir para lograrlo, que es vencer a tu enemigo sin humillarlo.
Principalmente me limité a machacarle los ejércitos a campo abierto pero sin atacarle las ciudades, como mucho una de ellas para abastecer las tropas en campaña. Una vez desarmado y con las ciudades escasamente protegidas les di un jugoso caramelo en forma de dinero, información del mapa, retorno de la ciudad que le haya arrebatado, vamos, una paz honrosa.
A continuación, buscaba que el 100% de sus alianzas coincidieran con las mías, y no dudé en rascarme el bolsillo con tal de sobornarlos también para que se me hicieran amiguetes.
Sobre el papel, un aliado que te ataca pierde prestigio ante el resto de facciones, a la práctica no sólo te atacan a los 2 o 3 turnos de conseguir el protectorado sino que encima tu facción títere se desvincula de tí
. Eso me ha sucedido TODAS las veces, sin excepción y del mismo modo.
En fin, que la próxima partida la jugaré con los griegos y me la plantearé en plan comercio, intrigas palaciegas, sobornos, asesinatos, y algún protectorado cómo no, por probar y porque debe ser divertido
