Trucos generales usados en la práctica. 1. Cargos por transferir el dominio.
Enterrado entre la enredada letra pequeña de los “ToS” (Terms of Servicio o Términos del Servicio) de los registradores puede ocultarse
una autorización por tu parte para cargar tu tarjeta de crédito con una tasa para permitirte transferir tu dominio a otro registrador. A menudo esta tasa es 2 o 3 veces el coste original que pagaste por registrarlo.
Esta práctica viola la política de la ICANN en materia de transferencias de dominios. Una simple llamada a la compañía que te dio la tarjeta de crédito sirve para anular dicho pago. Los registradores usan esta práctica para poder jugar con las finanzas a costa tuya.
2. La letra pequeña del infierno.
Mucha gente (léase: nadie) realmente lee el largo y odioso texto llamado “ToS” para todo lo que compra online. Muchos registradores se aprovechan para incluir tasas por conceptos cómo la tasa por transferencia comentada anteriormente.
3. Paga y vete.
Es un engaño que pasa cuando decides realizar un pago interesante al registrador para varios años. Funciona de la siguiente manera: Registras un dominio con ellos durante — por ejemplo — 5 años pensando en obtener un descuento, supones que tu dominio está registrado durante 5 años. Mejor piensa de nuevo. Muchos registradores pagarán el registro por 1 año y se embolsaran el resto de tu dinero.
Durante el resto de tiempo (los 5 años) ellos renovarán el dominio año por año. Sumado a una política estricta de no reembolso se produce un desajuste en donde ellos ganarán dinero de tu registro original si te pierden como cliente antes de completar los 5 años, para ello proveen un servicio penoso hasta el punto que realmente agradeces darte de baja.
Puedes usar una herramienta gratuita de whois como
EasyWhois para comprobar que la fecha de expiración del dominio es realmente la correcta.
Engaños a la base de datos whois. 4. Tasas por editar información en el whois y bloqueos.
Cada vez que registras un dominio, los detalles de dicho registro deben ser accesibles de forma publica en una base de datos llamada Whois.
Una de las funciones que un registrador se supone que debe ofrecer es la habilidad para cambiar la información almacenada relacionada a dicho dominio.
Algunos registradores (especialmente aquellos que tienen las oficinas en un sótano) te registran por un precio vergonzosamente barato y luego te das de cabeza con una “tasa por administración” cuando quieres cambiar esa información.
Otros en cambio pueden “bloquear” tu dominio durante 60 días cada vez que haces un cambio en tus datos intentando evitar que decidas mover el dominio a otro registrador.
5. Servicios de privacidad “premium” en el whois.
Debido a que la información del dominio es pública para cualquiera que quiera verlo, muchos registradores quieren ofrecerte “servicios de privacidad” o “enmascaramiento del whois”, servicios en los cuales introducen su propia información en los registros en lugar de la tuya.
Lo importante a saber aquí es que a ojos de todas las organizaciones con las que interactúa el registrador (tales como la ICANN)
legalmente el dominio les pertenece a ellos.
Manten esto en mente: si usas un servicio de estos, el dominio es del registrador, no tuyo. No importa el contrato o las ToS. Si los llevas a juicio será abrir y cerrar el caso: el dominio es suyo.
Llevándolo un paso más allá, muchos servicios de “privacidad” significan al mismo tiempo firmar para que la información del whois sea privada y para permitir alegremente al registrador ofrecer tus datos auténticos para ponerlos a la venta a cualquiera que quiera pagar por ellos.
6. Extracción de datos del whois y choque de dominios
Debido a que toda la información está ahí para ser recogida, los spammers y comerciales “minan” la base de datos del whois para recolectar información del registrante incluyendo direcciones, números de fax y — por supuesto — direcciones emails. Esto supone un serio problema y existe un (muy lento) proceso de reforma de la base de datos Whois por parte de organismos como la ICANN.
De mientras, la gente puede preguntarse porqué poco después de registrar un dominio empiezan a recibir todo tipo de ofertas spam en su bandeja de entrada. Ello es debido a que su dirección de email ha sido “recolectada” por robots de la base de datos Whois.
Existe un servicio gratuito para proteger tu dirección de email
llamado MyPrivacy.ca.
Una variante consiste en lo que hacen algunos registradores (y hay uno en particular que se hace notar): se dedican a extraer información del Whois para después enviar información falsa haciéndose pasar por facturas de renovación o casos similares.
Piensas que has recibido una factura para renovar el dominio y remites el pago, iniciando una transferencia del dominio sin que te des cuenta. Sorpresa, ¡te han cogido!. En los peores casos tu sitio y tu email quedan inutilizados en el momento que las DNS terminan de trabajar con el proveedor anterior.
Cerraduras en el dominio
(Léase: puedes revisarlo cuanto quieras pero jamás podrás irte).
7. La cerradura del registro.
En la historia de los dominios siempre ha habido problemas con los robos y las transferencias no autorizadas de dominios, por ello se creo una opción-cerradura (registrar-lock). Si el registrador activa la opción, nadie puede transferir tu dominio aparte de ti. Actualmente es una buena solución y una buena práctica consiste en tener todos los dominios con dicha opción activada.
Los registradores decentes activan por defecto esta opción cuando te registran o transfieren un dominio.
Ahora bien… la cerradura puede convertirse en un serio problema para ti si está activada y el registrador no decide desactivarla o darte la opción de poder desactivarla por ti mismo.
8. El código de autentificación de dominio.
Varios de los TLDs (Top Level Domains) usan un prótocolo llamado “EPP” que sirve para protegerte de transferencias no autorizadas, el dominio debe tener un código de autentificación de 8 caracteres añadido antes de la transferencia. Algunos ejemplos son los dominios .BIZ, .INFO y .ORG. El registrador actual y el anterior tienen dicho código. Necesitas poseer este codigo si quieres poder mover tus dominios.
Normalmente te lo tienen que dar.
Tráfico y negocios engañosos 9. Aparcamiento de dominios.
Seguramente ya lo sabes, pero el aparcamiento de dominios es un gran negocio. ¿Sabes cuando haces click en un enlace o al teclear una dirección la escribes mal y llegas a una “página de búsqueda” con un millón de pop-ups? Eso es un dominio aparcado y los grandes que juegan en esto pueden aparcar cientos de dominios y hacer — literalmente — millones de dolares.
¿Sabes quién tiene acceso a cientos de dominios? Los registradores. Muchos de ellos te ofrecen aparcar tus dominios… por un precio. Esto no debería molestarte pero mucha gente no realiza dichos pagos por que les sale más a cuenta aparcar los dominios para generar más dinero por si mismos.
Pagar para que te dejen aparcar dominios es de tontos cuando incluso hay sitios que
te pagan para que aparques tus dominios con ellos.
10. Redireccionamiento de URLs “gratis”.
Algunas personas se preguntan porqué los precios son tan diferentes de un registrador a otro y cual es la diferencia entre uno que ofrece TODO por el ridículo precio de 2$/año y otro que cobra más de 10 veces ese precio por un servicio básico de DNS y de redireccionamiento.
Bueno, el de bajo coste puede deberse a que tenga varios ases en la manga para cobrarte más como añadir tu dominio a su gama de dominios aparcados (ver punto anterior) o como en este caso, ofrecerte “gratis” la redirección de URL para, a continuación, vender publicidad en forma de popups en tu dominio.
Conclusión
Hay muchos espabilados en el arcano y kafkiano mundo de los registradores de nombres de dominio. No hay soluciones mágicas, cuando ofrecen precios muy bajos es por que tienen otros planes para potenciar sus ganancias y al final del día una buena regla es…
Obtienes justo lo que has pagado.
Así pues, si quieres registrar un dominio en un registrador que no juegue contigo debes buscar uno que:
- Nunca oculte sus tarifas.
- Pague el registro por el número exacto de años que tú has ordenado.
- Te ofrezca acceso libre y directo — sin trucos — a la información del Whois, a su edición, a las opciones de apertura/cierre de transferencias de dominios, los códigos de autentificación y control total sobre la configuración de los DNS de tu dominio tales como registros hostname, mx, nameservers…
- Ofrezca un servicio gratuito de privacidad whois y nunca venda tus datos personales a terceras compañías.
- Aquellos que NO “moneticen” tus dominios.
- Un registrador que responda a tus preguntas por teléfono y no intente venderte un montón de servicios extra que no necesitas o quieres, que sean corteses, profesionales y con más de 8 años de experiencia en dominios y servicios DNS.
Entonces… tú querrás trabajar con ellos.