Cita:
Iniciado por Atropates Bien, pues en mi partida con España, me intenté aliar nada más empezar con todo el pude, menos con Francia que era mi próximo objetivo, y ¡no pasó nada importante! ¿Qué necesitaba expandirme más? Pues el Papa me dice que ataque a Egipto, y como es una cruzada aprovecho con los moros aunque sean aliados ¡Les habré traicionado, pero ellos podrían hacer lo mismo! Luego, los portugueses (en teoría, grandes aliados) me traicionan por espacio (¡como habría hecho yo!). Luego los daneses, alemanes, milaneses e ingleses me traicionan para arrebatarme mis territorios en Francia.
¡Me traicionan todos a la vez! Y bueno, el caso que los únicos aliados que me han durado de verdad han sido los rusos (demasiado lejos, y tenían luchas contra los daneses como yo), los venecianos (les apoyé porque ellos sí me ayudaron en lo que pudieron), y los mongoles (conseguí, después de algunas victorias, que dejaran a Venecia y se aliaran conmigo) y así, queda esto, con unos pocos aliados, que nos apoyábamos mutuamente (y nunca nos traicionábamos) luchamos solos contra el mundo.
El Papa a veces me ha mandado que rompa relaciones con un aliado o haga una cruzada, pero no le he hecho caso y he seguido con la alianza, así de esta manera mi reputación sigue bien, y como mucho, al no hacer caso al Papa me baja una cruz, pero se le regala cualquier cosa y vuelven las cruces a subir.
Cuanto más fiable seas, menos riesgo de traición se tiene, y si te traicionan tus aliados irán tambien contra tus enemigos.
Cuando la reputación baja a dudoso o menos, ahí es cuando de un momento a otro te van a atacar, ya que nadie se fia de ti.
Yo en campañas he estado en guerra contra todos por culpa de la reputación.
Yo nunca ataco si no me atacan.
Todos estos consejos, más aparte cosas que he descubierto, son de un compañero de aquí llamado Maska, al cual se le hecha en falta.