Re: Reconquest - Total War En 1083 El almorávide Yúsuf ibn Tasfin tomó Ceuta, con lo que completó la conquista de Marruecos.
Los reyes Alfonso VI y Sancho V (o I) Ramírez atacaron territorios del reino de Zaragoza reclamando el pago de parias. El Cid se negó a combatir al que seguía considerando su rey, pero en 1084 derrotó y persiguió a al-Hayib y al rey navarro-aragonés cerca de Tortosa.
rey al-Qádir de Toledo había tenido que subir drásticamente los impuestos para pagar las parias impuestas por el rey Alfonso VI de León y Castilla, lo que lo había vuelto impopular. Finalmente estalló una rebelión que lo obligó a huir a Valencia, donde acababa de morir el rey Abú Bakr y ahora reinaba su hijo Utmán. Los toledanos ofrecieron el trono al rey al-Mutawakkil de Badajoz. Entonces Alfonso VI aprovechó los disturbios para apoderarse de Toledo. Teóricamente, debería haberle devuelto la ciudad a al-Qádir, que era su protegido, pero Toledo había sido la capital del reino visigodo y ahora estaba de nuevo en manos cristianas. Era una conquista demasiado valiosa como para renunciar a ella. En su lugar, Alfonso VI envió como embajador a Valencia a Álvar Fáñez (un sobrino del Cid), quien logró presionar para que Utmán fuera derrocado en beneficio de al-Qádir. Así se olvidó de Toledo.
Un tiempo antes, el rey al-Mutamid de Sevilla había conquistado unos territorios a al-Qádir de Toledo, y ahora Alfonso VI cosideró oportuno reclamárselos. Derrotado, el rey moro tuvo que concederle la mano de su hija Zaida y los territorios en litigio fueron la dote. A continuación Alfonso VI puso sitio a Zaragoza. Allí había muerto poco antes su rey al-Mutamin, que había sido sucedido por Ahmad al-Mustain.
El rey al-Mutamid estaba furioso con el trato recibido por Alfonso VI. Comprendió que era sólo cuestión de tiempo que los cristianos dominaran todo Al-Ándalus, así que, al igual que había hecho al-Mutawakkil seis años antes, decidió llamar en su auxilio a los almorávides de Yúsuf ibn Tasfin. Los reyes vecinos trataron de disuadirlo: le dijeron que si llamaba a los almorávides perdería su reino, pero dicen que al-Mutamid contestó: Más vale ser camellero en África que porquero en Castilla.
Esta vez los almorávides respondieron a la llamada. En 1086 estaban en Al-Ándalus y Alfonso VI tuvo que abandonar el asedio a Zaragoza para enfrentarse a la nueva amenaza musulmana. Requirió la ayuda del rey Sancho V Ramírez de Navarra (I de Aragón), quien envió un ejército al mando de su hijo Pedro. También acudió Álvar Fáñez, que todavía estaba en Valencia. Se encontraron con los almorávides en Sagrajas, y los cristianos sufrieron una estrepitosa derrota. A ello contribuyó que los caballos se asustaron ante los camellos y los tambores almorávides. De un total de 25.000 hombres sólo sobrevivieron unos 500, entre ellos Alfonso VI, herido gravemente en las piernas. Tras esta batalla, los reinos de taifas dejaron de pagar parias a los reinos cristianos. Alfonso VI comprendió que necesitaba todos los apoyos posibles, así que de repente descubrió que Rodrigo Díaz no era tan malo como le había parecido hasta entonces. Se reconcilió con él y lo colmó de presentes (castillos, tierras, etc.).
El rey Alfonso VI de Castilla seguía luchando contra los almorávides. Había solicitado nuevamente la ayuda de la cristiandad europea y, entre otros, acudieron a su llamada el duque Eudes I de Borgoña y el conde Raimundo de Saint-Gilles, hermano del conde Guillermo IV de Tolosa. Por otra parte, Alfonso VI concedió al Cid y a sus descendientes los derechos sobre todos los territorios que conquistara a los moros en el este de al-Ándalus.
En cuanto corrió la noticia de que el Cid iba a iniciar una campaña de conquista, le llovieron aliados interesados en apoderarse de Valencia: el rey al-Mustain de Zaragoza, el rey al-Hayib de Lérida, y también el conde Berenguer Ramón II de Barcelona. Sin embargo, el Cid llegó a un acuerdo con el rey al-Qádir de Valencia, que aceptó pagarle un tributo, lo que decepcionó amargamente a al-Mustain. Al-Hayib y Berenguer Ramón II decidieron atacar Valencia por su cuenta, pero abandonaron tan pronto como supieron que se acercaba el Campeador.
Por otra parte, los reyes moros ya habían comprendido que los almorávides fanáticos les causaban más problemas que los que les resolvían, así que no colaboraban mucho con ellos, y ésta fue una de las razones principales por las que los almorávides no pudieron sacar partido de sus victorias contra los cristianos. En 1088 Yúsuf ibn Tasfin puso sitio a la fortaleza castellana de Aledo, pero Alfonso VI marchó hacia allí y derrotó a los almorávides con el apoyo del rey al-Mutawakkil de Badajoz. Tras esta derrota, Yúsuf tuvo que volver a África por motivos familiares.
A finales del siglo XI se empezaban a ver con claridad los cambios que la Europa medieval había comenzado a experimentar con el nuevo milenio. Occidente era más fuerte: los caballeros equipados con pesadas armaduras estaban preparados para hacer frente a cualquier enemigo; por el contrario, Oriente se debilitaba a pasos agigantados. El Imperio Bizantino había perdido el sur de Italia y Asia Menor, y ahora los bogomilos, los pechenegos y los cumanos arrasaban las otras provincias y se encontraban ya ante los muros de Constantinopla. La economía en Occidente prosperaba: las tierras se explotaban más eficientemente, la natalidad había aumentado, existía un comercio incipiente y se extendía el uso de la moneda; en cambio, el Imperio Bizantino estaba sumido en una crisis económica, el besante había sufrido varias devaluaciones y los venecianos habían aumentado su control sobre la economía, en detrimento de los comerciantes rusos. En Occidente estaba renaciendo la filosofía: los filósofos-teólogos escolásticos ya no despreciaban a los autores paganos, ni se limitaban a citarlos, sino que empezaban a aportar ideas nuevas. Aumentó el interés por la filosofía griega, y aquí fue decisiva la conquista de Toledo a los musulmanes. Desde los tiempos del Califato de Córdoba, las ciudades de Córdoba y Toledo habían sido las capitales culturales de al-Ándalus. Córdoba decayó con el fin del Califato, pero Toledo no se vio afectada. Intelectuales musulmanes, judíos y cristianos colaboraban en el rescate de la ciencia antigua en la que fue conocida como la Escuela de Traductores de Toledo. Allí llegaron no sólo las principales obras de los científicos y artistas musulmanes, sino también innumerables textos griegos perdidos en occidente, procedentes de las antiguas bibliotecas de oriente. Esta actividad tampoco se vio interrumpida cuando Alfonso VI tomó la ciudad. Por el contrario, esta conquista aceleró el flujo de copias hacia el resto de Europa. En el aspecto político, el feudalismo estaba firmemente arraigado con resultados diversos según la mayor o menor fortaleza de los gobernantes de turno. La nota más destacada era el ascenso del papado: la obra san Gregorio VII había hecho que el papado pasara de ser una institución débil e insignificante a otra capaz de plantar cara al mismísmo emperador germánico. Enrique IV creyó que había resuelto la querella de las investiduras al imponer a su Papa Clemente III, pero no contó con que los principales eclesiásticos europeos eran hombres de confianza de san Gregorio VII, que ahora no reconocían como Papa a Clemente III, sino a Urbano II, aunque estuviera exiliado en el territorio normando.
Aqu acaba la historia que he recopilado hasta el 1090. Espero que no os enfadeis por lo larga que es. Si quereis la borrais y ya esta. Con tal de que alguno la haya disfrutado como yo imaginandose una partida del MTW me doy por satisfecho. Ahora volvere a donde la habia dejado anteriormente mas alla del 1090. Cuando pueda publicar links os metere los mapas que tengo que por desgracia no son muchos. Espero que os guste mi trabajo de recopilacion. |