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Laurelhach
 
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Re: Medieval II Total War

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Iniciado por General Moraguès Ver Mensaje
Ya veo que ademas de analfabeto e iletrado tiens un especial odio a catalunya ,pues xaval te jodes porque el ejercito catalan existio pero seguramente tu no lees mas alla de comics .

Los espanyoles a vezes sois ultranacionalistas i no saeis aceptar que en la historia sois mui jovenes com pais ,o se que ahora no quieras manipular la historia.

Esto es lo que dice la wikipedia española que mui manipulada por los catalanes no esta.........


Siglo XI al XV: la Cataluña feudal medieval

El siglo XI se caracteriza en Cataluña por el desarrollo de la sociedad feudal, como consecuencia de las presiones señoriales para desarrollar lazos de vasallaje con los campesinos libres (alodiales, en catalán aloers). Los años centrales del siglo se caracterizaron por una guerra social virulenta, donde la violencia señorial arrolló a los campesinos, gracias a las ventajas que obtenían de las nuevas tácticas militares, basadas en la contratación de mercenarios bien armados y a caballo.

Así, a finales del siglo, la mayoría de los campesinos propietarios se habían convertido en siervos sometidos al señor. Este proceso coincidió con un debilitamiento del poder de los condes y la división del territorio en numerosos señoríos, que con el tiempo daría paso a la articulación de un Estado feudal basado en complejas fidelidades y dependencias, en lo alto del cual se encontraría el conde de Barcelona, tras el triunfo sobre el resto de señores de Ramón Berenguer I. Con el tiempo, los condes de Barcelona vincularían todos los demás condados catalanes a su corona.
La Corona de Aragón en el siglo XV
La Corona de Aragón en el siglo XV

Hasta mediados del siglo XII, los sucesivos condes de Barcelona intentaron ampliar sus territorios en múltiples direcciones, lo que les reportó la incorporación del condado de Besalú (1111), de parte del condado de Ampurias, el de Cerdaña y, transitoriamente, el de Provenza (1112). Por su parte, en 1118 la Iglesia catalana se independizó de la sede de Narbona y fue restaurada la sede de Tarragona.

Más tarde, bajo el gobierno del conde Ramón Berenguer IV (1131-1162), se produjeron diferentes hechos fundamentales para la historia de Cataluña. El primero, su boda con Petronila de Aragón, lo que supuso la unión del condado de Barcelona y del Reino de Aragón, por lo que con el tiempo el territorio común sería conocido como Corona de Aragón. Fruto de esta unión Ramón Berenguer se prohijó en Barbastro y aportó su patrimonio condal a la casa de Aragón. Y así el rey aragonés Ramiro, quien nunca cederá su dignidad real aunque sí posteriormente el dominio, lo pacta con el conde barcelonés (Archivos Corona Aragón, pergaminos, carp. 35, nº86). Desde este momento, Ramón Berenguer materializa las nuevas conquistas políticamente diferenciadas, para no tener que cederlas a la recién creada Corona de Aragón y lo hace a título personal de marquesados, y la mayoría de ellas a fuero de Zaragoza. Y así conquistó Lérida y Tortosa, formando un territorio al sur de la vieja frontera de la Marca Hispánica como entidad política difenciada que pasó a denominarse Cataluña (siendo en 1194, en el testamento de Alfonso II, la primera constancia escrita que se tiene del uso de esta palabra y fue refiriéndose a estos territorios). Estos territorios fueron repoblados a lo largo del siglo XII y fueron los que dieron nombre al territorio que hoy conocemos como Cataluña, que agrupa los antiguos condados de la casa de Barcelona junto con Lérida y Tortosa. Algunos autores denominan a estos territorios recién conquistados la Cataluña Nueva para distinguirlos de los antiguos condados carolingios pertenecientes a Ramon Berenguer IV junto con los que conformarían el actual territorio catalán, pero realmente es la primera vez en la historia que aparece el término Cataluña para designar territorios adscritos al conde de Barcelona.

A finales del siglo XII, diferentes pactos con el reino de Castilla delimitaron las futuras zonas donde desarrollar nuevas conquistas de territorio musulmán, pero en 1213, la derrota de Pedro II el Católico en la batalla de Muret acabó con el proyecto de consolidación del poder catalanoaragonés sobre Occitania. Tras un periodo de agitación, en 1227, Jaime I el Conquistador asumió plenamente el poder como heredero al trono de la Corona de Aragón y se inició la expansión territorial sobre nuevos territorios.

En 1214, nace el Principado de Cataluña, en base de las Cortes Catalanas, como división administrativa de la Corona de Aragón.

En 1265, 150 catalanes fundan Coria del Río, a quienes se otorgó el Fuero de Sevilla, en terrenos cedidos por el rey Alfonso X de Castilla. Estos catalanes habían llegado con Fernando III durante la reconquista de Sevilla en 1248

A lo largo del segundo cuarto del siglo XIII se incorporan a la corona las Islas Baleares y Valencia. Éste último territorio, el Reino de Valencia, pasó a convertirse en un tercer reino de la Corona de Aragón, con Cortes propias y unos nuevos fueros: los Furs de València. En cambio, el territorio mallorquín, junto a los condados de Rosellón y Cerdaña, la ciudad de Montpellier y los señoríos de Omeladés y Carladés, sería entregado en herencia su segundo hijo, Jaime, y formarían el reino de Mallorca, iniciándose así un periodo de tensión interna que concluiría con su anexión a la Corona de Aragón en 1343, por parte de Pedro IV el Ceremonioso.

Entre las décadas finales del siglo XIII y las primeras del XIV, Cataluña vivió épocas de gran plenitud, en las que experimentó un fuerte crecimiento demográfico y una expansión marítima por el Mediterráneo. Esta época coincide con los reinados de Pedro III el Grande, que invadió Sicilia (1282) y tuvo que defenderse de una cruzada francesa contra Cataluña; de Alfonso III el Liberal, que se apoderó de Menorca, y de Jaime II, que invadió Cerdeña y con quién el poderío catalán alcanzó su máxima expansión económica en la Edad Media. Sin embargo, desde el segundo cuarto del siglo XIV se inició un cambio de signo para Cataluña, marcado por la sucesión de catástrofes naturales y crisis demográficas, el estancamiento y recesión de la economía catalana y el surgimiento de tensiones sociales.

El reinado de Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387) se caracterizó por graves tensiones bélicas, entre las que se cuentan la anexión del reino de Mallorca, el sofocamiento de una rebelión sarda, de la rebelión de los unionistas aragoneses y valencianos y, sobre todo, la guerra con Castilla. Estos episodios generaron una delicada situación financiera, en un marco de crisis demográfica y económica, pero también un poderoso desarrollo institucional y legislativo, en el que destaca la creación de la Diputación General de Cataluña o Generalidad de Cataluña (1365).

La muerte sin descendencia y sin el nombramiento de sucesor del rey Martín I el Humano en 1410 abrió, además, una grave crisis sucesoria. Ello abrió un periodo de interregno, durante el cual la situación progresivamente iría evolucionando a favor del poderoso candidato de la dinastía castellana de los Trastámara, Fernando de Antequera, quien, tras el Compromiso de Caspe de 1412, fue nombrado monarca de la Corona de Aragón.

El sucesor de Fernando I de Aragón, Alfonso V el Magnánimo, promovió una nueva etapa expansionista, esta vez sobre el reino de Nápoles, el cual dominó finalmente en 1443. Paralelamente, se agravó la crisis social en Cataluña, tanto por los conflictos rurales como urbanos. El desenlace de estos conflictos fue, en 1462, la rebelión de los remensas, protagonizada por los campesinos frente a las presiones señoriales y la guerra civil catalana, que se extendería por un periodo de diez años, tras los cuales la región quedó exhausta, los conflictos remensas no quedaron resueltos y Francia retuvo hasta 1493 los condados de Rosellón y Cerdaña, que fueron ocupados durante el conflicto.

Sería Fernando II de Aragón, el Católico, quien, con la sentencia arbitral de Guadalupe resolvió el conflicto remensa en 1486, reformó en profundidad las instituciones catalanas, recuperó pacíficamente los condados catalanes del norte y amplió la actuación de la corona sobre Italia. Su matrimonio con Isabel la Católica, reina de Castilla, condujo a la Corona de Aragón a una unión dinástica con Castilla, efectiva a su muerte, en 1516, pero ambos reinos conservaron sus instituciones políticas y mantuvieron las cortes, las leyes, las administraciones públicas y la moneda propias

Ala a dormir un rato xval i estudia un poco antes de hablar Fascista!!

Dejad el tema de una vez, si quereis hablar de eso, podeis discutir por el msn o abrir otro topic.