Ante estos casos, lo mejor es acudir a la policía correspondiente (Grupo de Delitos Informáticos de la Guardia Civil o similar de cuerpos autonómicos y/o forales), poner una denuncia, y luego, con esa denuncia, acudir (o llamar) a las oficinas (no a una tienda) del operador. Ya verás qué rápido se encargan de que te dejen de llegar y te devuelven el dinero. Si tardan más de 24 horas, a consumo a denunciar.