Bueno, eso no es lo que me enseñó mi profesor de ingeniería de software en la Universidad
.
Piensen en esto: tal vez la versión 2.14.1 de Gnome sea estable y no contenga bugs conocidos (ya que el equipo de desarrolladores de Gnome aplican las pruebas de rigor). Pero, ¿cómo puedes estar seguro de que la actualización no afectará a otras aplicaciones del sistema que dependen de Gnome? Tal vez un programa deje de funcionar, debido a los cambios introducidos en la nueva versión de Gnome.
Para aclarar un poco las cosas, voy a poner (nuevamente) el ejemplo de Fedora, no porque sea "mejor que otra", sino simplemente porque es el ejemplo que conozco más de cerca. En Fedora, cualquier versión nueva de un producto debe pasar por el "testing". Si no se detectan errores o interferencias con otros programas en un periodo de (digamos) unos pocos días, entonces el programa pasa a formar parte de las actualizaciones oficiales.
Por supuesto, lo anterior se aplica a las versiones "estables" de Fedora; en cambio, la versión Rawhide recibe los paquetes nuevos inmediatamente, ya que se supone que quienes usan Rawhide tienen suficiente experiencia como para enfrentar ese tipo de problemas.
No se trata de que un programa deba tener años para ser considerado "estable", se trata de que las distribuciones cumplen la tarea de "control de calidad": deben asegurar que el sistema
completo funcione bien. Esa es una de las principales diferencias con otros sistemas operativos.