Pasa que cualquier versión de Windows (y creo que también otros sistemas operativos) ya tiene una configuración determinada para cierto equipo en que lo configuraste; es decir, ya tiene drivers detectados para los chipsets de la tarjeta madre, tarjeta de sonido, video, red y todo eso.
Ahora, en el caso de que montes el disco duro con un sistema "acostumbrado" a un CPU en particular, si lo montas en otro, puede pasar que se trabe porque no están los dispositivos con los que inicia (es el síntom más común en cualquier versión de Windows con tecnología NT: NT4, 2000, XP). Es ahí, donde yo empiezo a dudar mucho sobre ese sistema Plug and Play de Windows XP.
Otra cosa que puede pasar (pero ahora con sistemas de versión Millennium, 98 y anteriores), es que empiece a detectar TODOS los dispositivos del nuevo equipo, y es ahí donde se puede dañar el registro de lo que está funcionando bién, y ahí vas a encontrarte con la sorpresa: ya no arrancará bién en ninguno de los dos equipos.
Caso aislado en que no debería existir falla, es si los dos equipos tienen casi la misma configuración, con estricta igualdad en tarjeta madre (ésto es, que a lo mucho sólo cambien el procesador, memoria, tarjeta de sonido y de video, ya que de esas el sistema puede prescindir).
Bye...