Atención, intentemos evitar a esas personas y/o empresas que hacen trabajar a varios diseñadores y luego se quedan con el trabajo que más les gusta. Es prostituir nuestra profesión: un montón de trabajo de varias personas que luego no se valora económicamente. Tratemos de evitar esto que hacen incluso grandes empresas, pues devalora el trabajo y los servicios de los diseñadores.