30/08/2005, 17:26
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y por último el cierre de la venta.
Hay objeciones que te pueden ayudar a cerrar con éxito la venta o, como poco, a ganarte la confianza de tu interlocutor:
- «Voy a esperar hasta que el negocio vaya
m e j o r » . “Ojo, que a lo mejor es verdad”, señala
Muro. “Si es así, sé solidario y honesto y ayúdale a tomar realmente la mejor decisión.
Será tu cliente por muchos años si confía en ti. La respuesta adecuada según Taylor sería: “«Posponer la decisión hasta el fin de esta crisis temporal
sólo le acarreará más pérdidas. Además, podemos ofrecerle unas condiciones especiales y, mientras tanto, disfrutarán de su uso.
¿Qué le parece?»”.
Jordi Vila destaca que lo mejor es decirle:
“«¿Tiene dificultades? Quizás pueda ayudarle.
Si encontramos la manera de mejorar la situación, ¿sería bueno para usted?». Sólo cabe una respuesta, y tendrá que contarte cuál es la situación. Si eres un buen profesional y conoces el mercado y a sus competidores, quizás puedas aportarle alguna idea que, aunque no tenga nada que
ver con lo que tu le vendes, le pueda ser de utilidad. Ten en cuenta
que a tu cliente no le interesa comprar productos, lo que él quiere
es ganar dinero con su negocio y si tú le aportas soluciones para
que él obtenga beneficios, te comprará tus
p r o d u c t o s ” . - «Lo pensaré». Según Taylor, debes contestar:
“«Pensárselo dos veces es una decisión muy sensata». Haz una pausa, sonríe, muestra entusiasmo y mantén el contacto visual.
«Vamos a pensarlo juntos. Repasemos las ventajas que le ofrece el producto. ¿Está de acuerdo?». Ya estás más cerca del cierre”.
Dice Vila Porta que esta es una de las objeciones que más dinero le
han hecho ganar. “Dile: «¡Fantástico!». Tu interlocutor
se quedará sorprendido.
Ahora dile:
«Claro, si lo quiere pensar es porque tiene interés ¿verdad?».
Cállate y quédate mirándole a los ojos, tendrá que decirte que
lo ve interesante o reconocer que miente.
Luego, ataca de nuevo con otra pregunta sin dejar de mirarle. Si lo
ve interesante y lo quiere pensar es porque hay algo que no
está claro (si no ¿qué va a pensar?). «¿Me puede decir lo que le preocupa para que le amplíe la información?
Así, cuando lo piense, tendrá toda la información, y si decide que sí,
sabrá a qué dice que sí y si dice que no, también?
». Le has pillado de nuevo, tendrá que decirte cuál es la verdadera objeción o quedar como un estúpido.
Otra manera es: «¡Fantástico! Esto dice mucho en su favor, ¿Qué pensaría de un directivo que toma decisiones a la ligera?». (Silencio.
Pensará que un directivo que tome decisiones así sería un mal directivo, por decirlo de una manera suave. Entonces dile: «Estará de acuerdo conmigo en
que un buen directivo, antes de decir sí a algo, tiene que estar seguro ». Si te dice «¡Por supuesto!», cayó en la trampa, pues, por la misma razón, antes de decir que no, también tiene que estar seguro.
«¿Puede decirme qué le preocupa a fin de ampliarle la información y así pueda tomar la decisión más adecuada para usted?». Le pillaste de nuevo. La
idea es averiguar cuál es su temor. Luego prosigue con otra pregunta:
«¿Esto es lo único que nos separa?». Mírale a los ojos y cállate. Si
tu no hablas, él lo hará.
Cuando sepas cuáles son sus temores sigue con una pregunta de
cierre: «¿Si lo resolvemos de forma favorable para usted, haremos
negocio?». Silencio.
Tendrá que decir que sí o confesar que te ha estado engañando”.
Bueno eso es todo por hoy
Un saludo |